lunes, 12 de julio de 2010

NOTICIARIO GALLISTICO SEMANAL N° 3

ASOCIACIÓN DE CRIADORES DEL GALLO DE RIÑA DE VENEZUELA “EL GALLO VENEZOLANO”

RIF: j-29571137-9



NOTICIARIO GALLISTICO SEMANAL N° 3

Responsable: Manuel Urbano

“ESCRIBE QUE ALGO QUEDA. KOTEPA DELGADO”

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PATROCINANTES:

Gallos Osi Gallos La Casona

Propietario: Oswaldo Sifontes: Propietario: José Garóffalo

Celular: 0424 8527474 Teléf. 0245 3339137

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Propietario: Alfredo Sandoval Propietario: Fermín Pons

Celular: 0414 4208588 Teléf. 0212 4516526

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Distribuidores Productos Vetinova Propietario: Nicola Safina

Telef. 0241 8148084 Celular: 0424 4071367

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Representantes: Morochos Martínez Propietarios: Rafael Torrealba

Celulares: 0424 1293363/0414 3946415 0414 5139959

Cuerda Santa Isabel Carlos Delve Nuñez

Propietario: Freddy Pacheco Ventas Adhesivos

Celular: 0424 6150425 Celular: 0416 6378727

Oswaldo Sánchez Sinferagro

Todo para el Gallero La Boutique del gallo en Valencia:

Cunas, hebillas, llaveros Propietario: Hnos. Chapellín

Celular: 0416 2454956 Telf. 0241 8355992

International Disdaba Agroveterinaria

Propietario: David Barros Propietario: Aníbal Sánchez

Telef. 0212 7622015 Teléf. 0281 2699935

Placas y candaditos Placas y Candaditos

Franklin Vargas Wilfredo Urrieta

Celular: 0414 5333006 Celular: 0414 1901540

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LA ETICA DEL GALLERO

Hace algunos meses atrás, un aficionado, no recuerdo su nombre, me pidió que escribiera un artículo acerca de la ética del gallero venezolano. Desde ese entonces, he estado meditando sobre esta solicitud, puesto que los conocimientos filosóficos de este cronista son escasos, para abordar un tema tan complejo. Lo que se me ocurre es exponer algunos principios y valores que han caracterizado a los hombres que se dedican a esta apasionante actividad.

DEPORTE DE CABALLEROS.- Esta expresión es antiquísima y refleja la rectitud en el proceder y comportamiento que han distinguido a los galleros genuinos desee todos los tiempos. Y no es que sean perfectos, eso es imposible. Perfectos fueron Juan Pablo Segundo, la Madre Teresa de Calcuta y tantos otros santos de la Iglesia.

CULTO A LA PALABRA.- Palabra de gallero es un documento, solía escuchar en los tiempos de antes cuando empezó mi enamoramiento con los príncipes emplumados. Recuerdo al finado gallero Santarroseño Antonio José Padrón, que cuando decía algo nadie lo ponía en duda, era un verdadero hombre de palabra que trascendía más allá del ámbito galleril. Si la mayoría de los que nos dedicamos a esta actividad practicáramos este principio, de seguro seríamos una especie de oasis moral, en estos tiempos de decadencia espiritual que nos ha tocado vivir

DUEÑOS DE NUESTRO DESTINO

Quizás uno de los pocos de mis asiduos lectores, el amigo Henry Escalante, ha interpretado los vientos de cambio que están moviendo las raíces del quehacer gallístico. La necesidad de repensar nuestra actividad y hacerla cónsona con la realidad actual, es una responsabilidad que no podemos eludir. En este orden de ideas, considero que la creación y fortalecimiento de las Asociaciones Regionales es el camino que nos permitirá adaptarnos a los nuevos tiempos.

Con a promulgación de la Ley de Protección de Animales, en enero pasado, que deja en manos del Poder Municipal la regulación de las actividades gallísticas, es imperativo que logremos unirnos de una vez por todas para afrontar estos nuevos retos y las acometidas de nuestros enemigos de siempre, llámese Sociedades Protectoras de animales y los muchos ignorantes que no saben nada de gallos. También para tener influencia decisiva en todas las acciones que tengan que ver con las espuelas a seguir usando, el reglamento nacional, la certificación de jueces y otros tópicos que están en el tapete de discusión.

En conversación sostenida el día de ayer con el señor Fabián Sarria Guevara, Presidente de la Federación Colombiana de Criadores de Gallos de Combate, concluimos que hay problemas similares en la gallística de ambos países. Tenemos que vernos en el espejo de Chile, donde prohibieron o están por prohibir las riñas de gallos. Se salvan de esta amenaza Puerto Rico y República Dominicana, países donde las peleas de gallos son reguladas y protegías por el Estado.

DEL PASADO

Me permito dejarles un artículo que escribí hace algunos años atrás; fue publicado en la revista Gallerías de México:

Un Pueblo. Un Domingo. Una Gallera

Desde el sábado o quizá, desde mucho antes, se empieza a respirar ese aire impregnado de fiesta gallística que embriaga el espíritu de los aficionados: olor a plumas y sangre, gritos de vivas a la vida y a la muerte que sacan al silencio de su letargo y tranquilidad pueblerina. Los comentarios acerca de las probables peleas, los galleros que asistirían y sus posibles resultados, se dejaban escuchar en esas conversas y tertulias que tienen lugar en cada esquina, en cada bodega, en cada sitio de reunión de los habitantes del pueblo.

-La gente de La Ceiba y que va a traer el pollo cenizo que ganó dos peleas el año pasado, comentaba El Perico.

-Rufino viene con todos los hierros con el tuerto copetón, que lleva cinco muertos, añadió Olegario.

-Los indios de La Isla vienen también con sus maras llenas de gallos y que van a arrasar con todos, manifestó Pelusa.

El punto culminante de todas esas actividades implícitas en la preparación de un gallo de riña, es llevarlo a la gallera un domingo. Estas faenas comienzan desde el momento mismo cuando se procede a seleccionar los mejores padres para la reproducción; el esmero en el cuidado y atención de los polluelos desde que dejan el cascarón del huevo o la incubadora y el cual se intensifica, a medida que se acerca el momento de reñir, en su vida adulta; las topas para ver como se desenvuelven y así poder escoger los mejores, ya que los que no demuestren cualidades como peleador sobresaliente, son descartados; el descreste, corte de las barbas y las orejas, labores éstas sangrientas y que son necesarias, ya que de no hacerlas, le restarían movilidad al animal al momento de combatir; corte de las plumas de los muslos, lomo y parte del cuello; los entrenamientos para ponerlos en óptimas condiciones físicas para la lidia y que conlleva un riguroso programa de preparación, para lo cual se usan otros gallos o un careador o mona, así como también maniquíes, movimientos mediante el uso de las manos y la puesta en cuerdas, para que el gallo agarre pulso; en esta etapa la alimentación apropiada juega un papel determinante y se complementa con el uso de vitaminas y la bola, la cual por lo general se les da por las tardes; la limpieza diaria de las jaulas y el lavado diario de los gallos que consiste en darles gargarismos de agua para extraerle suciedades de la garganta y pasarle una esponja húmeda por las partes del cuerpo donde le cortaron las plumas y luego ponerlos a coger sol, a fin de que sus músculos adquieran ese color rojo intenso que los caracteriza, en algunos pueblos todavía existe la costumbre de asolearlos en las aceras, por lo que constituye un verdadero espectáculo mañanero observar esas hilera de gallos con su algarabía de cantos cadenciosos que envidiaría cualquier coro y en perfecta alineación, como si se tratara de una formación militar.

Esta costumbre de pelear los gallos los días domingos, todavía mantiene su arraigo en muchos pueblos a lo largo y ancho del país. Es allí donde se prueba la casta del gallero aficionado y genuino, es decir, donde no interviene la parte interesada y comercial de los apostadores profesionales, los cuales están más pendientes de su bolsillo que de la suerte del gallo. Es allí donde se puede apreciar en toda su esencia el principio de fidelidad y lealtad de ese cordón invisible pero real, que une al hombre con ese animal, al cual ha visto crecer y que forma parte de sí mismo, y que aún cuando lo vea perdido y sin opciones de ganar, no taparía su apuesta, o sea, jamás apostaría en contra de su gallo. Es allí donde muchos no comprenden ese sentimiento encontrado de amor por la vida y por la muerte que rige esa relación entre hombre y gallo: si se le ha cuidado y se le quiere tanto, entonces porque llevarlo a una gallera, donde puede la perder la vida en fracciones de segundos. Es allí donde el gallo demuestra su valor y gallardía, en ese juego con la muerte, a la cual no teme, sino que la busca porque es parte de su naturaleza. Es allí donde hay que conocer con certeza ese lenguaje muy particular que se usa en las apuestas en los desafíos de gallos, ya que su desconocimiento puede traer confusiones y consecuencias no deseadas: dar de a catorce, dar de a doce, dar de a diez, dar a la mitad, dar a bolívar, dar a real, dar a medio, son términos que a veces ahuyentan a los que no conocen este pasatiempo, porque les parece difícil de aprender. También allí es necesario conocer los tipos de heridas producidas por las finas y puntiagudas espuelas, elaboradas del carey: cielo de boca, morcillera, nudillo, canillera, para saber las oportunidades que tiene el gallo herido de superarlas en el fragor de esa lucha a muerte.

Otro rasgo característico de esa costumbre de realizar las peleas de gallos los días domingos, era el hecho de observar como campesinos y hombres del campo que no poseían vehículos, transportaban sus gallos en mapires o bolsas de tela confeccionadas para tal efecto. Lógicamente, en la actualidad, no es frecuente que tal cosa suceda, ya que se usan cunas especiales y los gallos son transportados en carros, preferiblemente con aire acondicionado, y en aviones, de acuerdo con las distancias que separan los criaderos y las galleras. Sin embargo, no hace mucho tiempo atrás, fui testigo de un hecho muy singular en una gallera situada en la población de Canoabo, en el estado Carabobo. Dos campesinos, de esos campesinos de sombrero de cogollo y alpargatas y con sus escupitajos de tabaco que regaban los alrededores, casaron dos gallos que trajeron metidos en sendas mochilas. Fue tanta la algarabía y entusiasmo que mostraron cuando sus gallos pelearon, a la vez que los salivazos de tabacos que soltaban fueron en aumento, que me movió la curiosidad y pregunté quienes eran esos dos campesinos. Me informaron que vivían en un caserío llamado Escondido, situado en la parte más alta de las montañas que bordean el lado oeste de Canoabo, pero mayor fue mi asombro al enterarme que tenían que bajar y subir a pie a Escondido, tardando en ambos recorridos alrededor de 9 horas. Nueve horas de caminata con la única ilusión de ver sus gallos pelear un domingo.

PROXIMAS PARTIDAS

El amigo Luis Enrique Urbano invita a un gran desafío a realizarse este sábado 3 de Julio, en las instalaciones del Club Gallístico Mi Esperanza, de Santa Rosa, Estado Anzoátegui.

Fiestas Patronales de Orijuan, en el Estado Anzoátegui. Próximo 17 de Julio, invita Luis Enrique Urbano

En el marco de la celebración de las festividades del día del Carmen, Orlando Álvarez “Cuchillo” invita a una magnífica tenida por equipos a efectuarse los días 16 y 17 de Julio, en el Club Los Compadres de San Joaquín, Carabobo. Bs. 20.000, oo a repartirse en premios.

VARIOS

A los amigos patrocinantes de este Noticiario, se les agradece la colaboración de Bs. 100,oo mensuales. Hacer el depósito a mi cuenta corriente del banco mercantil N° 0105 0060 59 1060 249715.

Los aficionados que deseen colaborar con la Convención Nacional de Galleros a realizarse en Octubre del presente año (por definir la ciudad y fecha exacta), pueden hacer sus aportes a la cuenta arriba indicada y deben mandarme la información correspondiente de quien hace el depósito.

Hasta la próxima semana.

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